El reloj de sol

El reloj de sol

Shirley Jackson

Traducción Ariadna Molinari Tato

Fiordo · Buenos Aires

Índice

Sobre este libro

Sobre la autora

Otros títulos de Fiordo

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Sobre este libro

Imaginemos una gran casa ambientada como un film de Tim Burton, habitada por personajes de una comedia de Jane Austen observados bajo una lupa de vidrio oscuro, donde suceden hechos escalofriantes que parecen salidos de un cuento de Edgar Allan Poe. Y ahora agitemos: esto es El reloj de sol, una de las mejores novelas de Shirley Jackson.

En El reloj de sol la familia Halloran espera el fin del mundo confinada, junto a unas pocas visitas, en su gran mansión. Como en otras celebradas novelas de Shirley Jackson, hay aquí una casa enorme que domina sobre un pueblo siniestro, un grupo reducido de personajes, una serie de eventos inquietantes, niñas perversas, represión sexual, asesinatos, tensiones familiares de larga data y un cóctel de profunda inteligencia, sátira social y auténtico terror. El reloj de sol es una novela que tematiza con perfección clásica la alienación progresiva que afecta a los individuos que confunden la riqueza con la preeminencia, la excentricidad con el refinamiento y la locura con el don de la revelación. Cargada de ironía, paródica y sumamente entretenida, El reloj de sol es una introducción inmejorable a la obra de esta escritora venerada, entre otros autores, por Joyce Carol Oates, Donna Tartt y Stephen King (que ha señalado la influencia de El reloj de sol sobre El resplandor). Publicada originalmente en 1958, Fiordo se enorgullece de presentarla en su primera traducción al español.

Sobre la autora

Shirley Jackson nació en San Francisco en 1916. A los diecisiete años se mudó junto a su familia a la costa este de Estados Unidos. Allí asistió a la Universidad de Rochester y luego a la Universidad de Syracuse, donde conoció a Stanley Edgar Hyman. Tras una temporada en Nueva York, se instalaron juntos en North Bennington, Vermont, cerca de Bennington College, una institución universitaria en la que Hyman trabajaría como profesor. Fue en North Bennington donde Jackson, que escribía desde su juventud, completó su primera novela, publicada en 1948. Ese mismo año apareció en The New Yorker su famosísimo y perturbador cuento «The Lottery», que provocó una catarata de cartas de protesta en la redacción de la revista y cimentó la reputación de Jackson como fuerza renovadora de la literatura gótica estadounidense. Le siguieron otras cinco novelas, una serie de piezas de literatura juvenil y dos libros de memorias que recogen artículos publicados en revistas y relatos semiautobiográficos sobre la vida doméstica y la crianza de sus cuatro hijos. Sus cuentos y novelas como La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo (ambas adaptadas al cine) son considerados clásicos de la literatura estadounidense y han influido a numerosos autores contemporáneos. Jackson murió de un ataque al corazón a los 48 años, en 1965.

Otros títulos de Fiordo

Ficción


El diván victoriano, Marghanita Laski

Hermano ciervo, Juan Pablo Roncone

Una confesión póstuma, Marcellus Emants

Desperdicios, Eugene Marten

La pelusa, Martín Arocena

La portadora del cielo, Riikka Pelo

El incendiario, Egon Hostovský

Hombres del ocaso, Anthony Powell

Unas pocas palabras, un pequeño refugio, Kenneth Bernard

Stoner, John Williams

Leñador, Mike Wilson

Pantalones azules, Sara Gallardo

Contemplar el océano, Dominique Ané

Ártico, Mike Wilson

El lugar donde mueren los pájaros, Tomás Downey

El reloj de sol, Shirley Jackson

Once tipos de soledad, Richard Yates

El río en la noche, Joan Didion


No ficción


Visión y diferencia. Feminismo,

feminidad e historias del arte, Griselda Pollock

Diario nocturno. Cuadernos 1946-1956, Ennio Flaiano

Páginas críticas. Formas de leer y

de narrar de Proust a Mad Men, Martín Schifino

Destruir la pintura, Louis Marin

Eros el dulce-amargo, Anne Carson

Los ríos perdidos de Londres y El sublime topográfico, Iain Sinclair

La risa caníbal. Humor, pensamiento cínico y poder, Andrés Barba

Elogio de Shirley Jackson

«Shirley Jackson (…) es exquisita y poderosa hasta lo letal, como un caramelo venenoso».

Mariana Enríquez


«Decir que su obra es literatura gótica norteamericana no es una descripción satisfactoria. El gótico implica grandes revelaciones, escenas climáticas. Con Jackson, la extrañeza es más alucinógena. Crea una tensión que nunca se quiebra. Al leerla uno se queda con una especie de dolor tormentoso en la cabeza».

Joanne Harris


«Shirley Jackson no tiene paralelo como líder en el juego de los escalofríos bellamente escritos, acumulativos, silenciosos».

Dorothy Parker


«Superlativa en su oficio, Jackson es admirada por los escritores que la han leído, pero sería autocelebratorio decir que es una escritora de escritores. Más bien, Shirley Jackson se afirmó, en su época y desde entonces, como una escritora de lectores. Sus obras más famosas (…) son más famosas que su nombre, y se han hundido en la memoria cultural como artefactos sin tiempo, que parecen más antiguos de lo que son, y que tienen la resonancia de los mitos o arquetipos».

Jonathan Lethem

Para Bernice Baumgarten