Introducción

Bienvenido, lector, a este libro, en cuya lectura confío que encuentres la información y los medios necesarios para alcanzar tus sueños.

Como puedes ver, voy directo al grano. Y es que el motivo por el cual he decidido escribir este libro es el de trasmitirte una idea: quiero que acabes su lectura con el firme convencimiento y la rotunda y absoluta certeza de que es posible cumplir tu gran sueño.

Todos conocemos a personas que cada vez que se proponen algo, lo hacen, ¿verdad? Deciden dejar de fumar y dejan de fumar, deciden ponerse en forma y, para ello, apuntarse al gimnasio... y se apuntan al gimnasio. ¡Incluso van a entrenar!

Con la misma naturalidad deciden emprender negocios, cambiar sus rutinas, etc. ¿No te has preguntado nunca de dónde sale esa capacidad? Dicho de otra manera, ¿cómo lo hacen?

Podemos pensar que son personas que están hechas de otra pasta, pero en realidad lo único que ocurre es algo tan sencillo como que nada interrumpe el proceso: sueño/decisión/acción.

Pero no se trata solo de que te diga que tus sueños se pueden cumplir; no se trata de que me esfuerce en convencerte. La intención que me empuja a escribir este libro es demostrarte que es posible, con un modelo explicativo, mediante ejemplos de personas. De hecho, yo mismo he conseguirlo cambiar mi vida. Pero daremos un paso más: no solo quiero contarte que es posible; te propongo que hagamos juntos un plan de acción que te lleve a cumplir con ese gran sueño. ¿Qué te parece?

Bien, pues precisamente de eso trata nuestro libro, tu libro y mi libro; porque este libro, sin ti, no valdría nada. Yo solo voy a poner el mapa y la explicación de algunos conceptos e ideas claves. El resto lo pones tú. Desde este preciso instante, son tus sueños lo realmente importante, es de tu vida de lo que vamos a hablar y es tu camino el que nos vamos a preparar para recorrer.

En este libro vamos a centrarnos en la acción dirigida al cumplimiento de nuestros sueños. Vamos a considerar esta acción como una acción consciente y enfocada, por lo tanto, receptora y usufructuaria de nuestro foco atencional. Mi intención es que te resulte inspirador, con independencia del estado en el que te encuentres. Puede ocurrir que no sepas cuál es tu sueño, pero tengas toda la energía y habilidades/conocimientos para poder cumplirlo. Puede ocurrir que sepas cuál es tu sueño, pero no hayas dado el salto a la acción, por el motivo que sea. Da igual cuál sea tu situación actual; lee este libro hasta el final y vamos a hacer que ocurra.

Antes de empezar, vamos a presentarnos:

Mi nombre es David Gallego Tortosa (DavidGT). He trabajado como directivo en dos grandes compañías multinacionales de diferentes sectores, en las cuales obtuve muy buenos resultados. Destacaba por mi implicación, entrega, participación, etc. Con 40 años y aquejado de problemas de salud, desilusión, frustración y deseos de cumplir ―por fin― con mis sueños, me lancé a una aventura que cambió por completo mi escenario vital, volviendo a mi ciudad natal, reorientando mi actividad profesional y viviendo la vida que siempre había querido vivir. Hoy escribo mi tercer libro ―este que tienes entre tus manos―, doy conferencias inspiradoras, tengo mi propio blog, mi propio despacho de psicología en el que ayudo a personas a recuperar el timón de su vida, hago consultoría a empresas y lucho por alcanzar la libertad financiera en cinco años. Créeme: si yo he podido hacerlo en el momento más complejo de mi vida, cuando nada me resultaba favorable, tú también puedes. ¿Quieres que te cuente cómo lo hice?

Es tu turno. Es importante que te detengas unos minutos a escribir unas líneas sobre ti mismo. ¿Quién eres?

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Espero que, dentro de cinco años, cuando releas estas líneas, puedas comprobar que ya no eres esa persona y que por fin estás viviendo la vida que siempre has querido vivir.

Te animo a que me envíes un correo electrónico a david@davidgt.es con el asunto «Hoy empiezo a leer El poder de la acción», para presentarte. Así sabrás tú de mí y yo de ti.

Ahora que sé quién eres, y si me lo permites, me dirigiré a ti por tu nombre. Para ello solo tienes que escribirlo en los espacios que dejé con ese fin. Te explico todos los detalles en las instrucciones.

Instrucciones

Dado que este libro ha sido escrito para ti, lo primero que vas a hacer es escribir tu nombre en la página inicial, debajo del título.

Debes saber que este libro se lee con un bolígrafo en la mano. No; un lápiz, no. Lo que escribas y subrayes debe quedar escrito y subrayado para el resto de tu vida. A lo largo de su lectura, vas a tener que responder a preguntas, reflexiones que te plantearé, dudas... ¡y sueños!

Para mí tú eres importante. Por eso me quiero dirigir a ti por tu nombre. Para poder hacerlo necesito que, cuando veas un espacio ―salvo que te indique otra cosa― escribas tu nombre. Este espacio estará reservado para ti; al fin y al cabo, es contigo con quien quiero hablar.

Podemos hacer la lectura de tu libro de una manera interactiva. Escríbeme, pregúntame, comparte tus inquietudes, siéntete libre de hacerlo. Puedes hacer lecturas complementarias en mi blog: www.davidgt.es.

El efecto Bolero de Ravel. Sin duda esta es una de las obras más conocidas de la historia de la música. Se trata de una pieza en la que el motivo principal suena de manera continuada y repetida (ostinato). Escuché una vez una explicación: Ravel, enfermo neurológico en la última etapa de su vida, quiso escribir una partitura basada en esa repetición continua para ayudar al recuerdo. No sé si se trata de una «leyenda urbana», pero me ha servido de inspiración. Y esa estrategia es la que he seguido en el guión de este libro. Como verás, voy a repetir una y otra vez las tres ideas centrales que quiero expresar para facilitar su comprensión, aprehendizaje y posterior recuerdo. Iré repitiendo las ideas centrales según voy introduciendo otras para integrarlas en estas ideas centrales e ir armando el discurso completo. Quizás al principio te parezca algo teórico, pero dame la oportunidad de enamorarte primero con palabras y luego con hechos. Llega hasta el final y verás cómo me dirijo directamente a tu corazón, sin teoría, con el lenguaje del corazón y las palabras de Amor, Ternura, Belleza y Compasión.

Ahora querid@ amig@, mientras te preparas para empezar, subo el volumen de mis altavoces y me quedo escuchando esta excepcional obra, ¿te animas a escucharla?

Ya estamos preparad@s. Para empezar, te doy la bienvenida a tu libro, __________.

Haz de tu vida una historia digna de ser contada

Hace tiempo que incorporé esta frase a mi vida, en mi trabajo, en mis conferencias, casi como un mantra. Hoy me permito compartirla contigo, no sin confesarte que lo hago con cierta satisfacción, ya que encierra lo que yo considero que es el núcleo central de mi sentir y de mi pensamiento, y como quien comparte un íntimo regalo, la pongo a tu disposición con toda la ilusión de saber que es lo más hermoso que te puedo ofrecer.

En primer lugar quiero aclarar una cosa: hacer de tu vida una historia digna de ser contada no significa que tengas que ser el nuevo Napoleón, ni que esa historia tenga que ser conocida y aplaudida por las masas. Significa que debe ser digna de ser contada para que tú mismo la escuches y te sientas orgulloso de ella. Aparentemente, ninguno de nosotros somos hacedores de grandes gestas dignas de ser relatadas en libros de historia, pero en realidad todos somos héroes anónimos, héroes sin capa, si me permites la expresión. Todos hemos hecho ―y hacemos a diario― actos de gran heroicidad, nos levantamos a horas intempestivas, somos capaces de trabajar por nuestras familias, los que tenéis hijos lucháis por sacarlos adelante y por ellos aguantáis circunstancias que, de otra manera, jamás aguantaríais. Nos caemos y volvemos a levantarnos, enfermamos y enfrentamos la enfermedad... ¿Acaso todo eso no son actos que denotan una gran heroicidad?

Quiero que pienses lo siguiente, aunque hablaremos de ello más adelante: todos estos actos deben servirte para demostrarte que «puedes», que todos podemos. Ten la certeza de que «puedes» porque tenemos el poder y porque ya lo has hecho otras ocasiones. Cada vez que te enfrentes a un proyecto, recuerda que ya eres un héroe, que ya has vencido obstáculos en otros momentos de tu vida. Incorpora esa certeza a tu repertorio de recursos vitales y repite dentro de tu cabeza: «Soy capaz de hacer esto, sé que soy capaz porque una vez me demostré a mí mismo, haciendo X, que puedo hacer lo que me proponga».

Piensa lo siguiente: ¿por qué no tenemos la vida que realmente queremos? ¿Qué es lo que nos lo impide? A poco que indaguemos siempre llegaremos a la misma conclusión: la inacción.

Las causas que llevan a esta inacción son muchas. Unas veces estará provocada por el miedo, otras veces por la falta de enfoque, por el exceso de análisis, la falta de inquietudes o el «día a día».

¿Y si fuéramos capaces de «quitar» el miedo del lugar central que ocupa en nuestras vidas y poner en su lugar nuestro gran sueño? Hablaremos del miedo más adelante, aunque debemos pensar que no es solo el miedo el que nos frena. Quizá nos frena el juicio (a veces inconsciente) de que no podemos hacer nada para cumplir con nuestro sueño, bien porque pensamos que no es realista, bien porque pensamos que no contamos con los medios/capacidades para conseguirlo. Esta evaluación negativa nos llevaría a la parálisis o incluso al abandono.

Pues bien, vamos a hacer uso de otra afirmación que una vez leí:

Muchas personas de éxito, por no decir todas, afirman que la clave de su éxito no fue la ausencia de miedo o de otra dificultad, sino la acción constante a pesar de todo. Y ahí reside, bajo mi punto de vista, la clave. Que el miedo, el dolor, la alegría, la crisis o cualquier «excusa» que se te pueda ocurrir, sean solo circunstancias que nos acompañan, pero no nos frenen en la acción.

Hazlo con miedo, hazlo con pena, hazlo con vergüenza, hazlo con alegría... pero ¡hazlo!

Hacer de nuestra vida una historia digna de ser contada significa que vivamos la vida tal cual la queremos vivir. Una vez que identificamos nuestro gran sueño y nos consagramos a vivir desde él, nos encontramos con la primera idea que debemos tener clara: el gran sueño no es una meta, sino un camino. Como veremos más adelante, Viktor Frankl habla del «sentido de la vida» para referirse a este gran sueño y a vivir según él.

Mi propuesta es, entonces, que vivamos la vida desde nuestro gran sueño. Es decir, que cada día, hagamos lo que hagamos, estemos dentro de la senda que marca eso que tiene que guiarnos y que le da sentido a nuestra vida. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es identificar nuestro gran sueño; en segundo lugar, debemos tomar la decisión de cumplirlo, y en tercer lugar, debemos hacer lo que debamos hacer para alcanzar esa vida.

Una vez hayamos alcanzado esa senda, deberemos recorrerla el resto de nuestra vida, siempre con la actitud atenta a los dictados de nuestro corazón, ya que como vamos a ver, es ahí donde reside nuestro gran sueño.

Si te parece, vamos a ver cuál es el modelo explicativo en el que me he basado para la elaboración de este libro y el diseño de mi propia vida. ¿Vamos? Pasemos la página.

Modelo explicativo

Vamos a empezar por presentar un esquema de funcionamiento.

Vemos que la acción dirigida al cumplimiento del sueño nace de la existencia del propio sueño. Este debe desencadenar un proceso motivacional de activación que será el que provoque los otros dos pasos. En primer lugar, tengo que tomar la decisión de actuar, y por último empezar a actuar.

Es sencillo, ¿verdad? Entonces, si esto es así, ¿por qué no vivo mi vida enfocada al cumplimiento de mis sueños?

La premisa de la que parto es que, para poder hacer realidad nuestro gran sueño, debemos sentirnos libres para, desde el ejercicio de esa libertad, poner todo nuestro potencial al servicio de la gran empresa de nuestra vida: encontrar aquello que le da sentido a nuestra vida y recorrer el camino actuando en función de ese sentido (gran sueño).

Y digo sentirnos libres, no porque no lo seamos, sino porque normalmente no ejercemos esa libertad. Así es; como consecuencia de condicionantes tanto externos como internos, vivimos presos en vidas que no deseamos, que nunca hubiéramos elegido «si nos hubiéramos parado a pensar las cosas antes» o «si realmente hubiéramos sido libres para elegir». O al menos eso nos decimos, si es que en algún momento de la vida nos paramos a pensar en la vida que llevamos.

En cualquier caso, nos encontramos con que «esta vida» nos impide el ejercicio de la libertad con la que nacemos. Es preciso sentirnos libres, recuperar la certeza de que podemos tomar las decisiones que queremos, que pongamos toda nuestra atención ―y, por ende, nuestra energía― en la consecución de nuestros sueños y de los medios para conseguirlos.