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“Un enfoque único y diferente para proteger nuestros matrimonios, distinto a cualquier otro que haya leído. Tan perspicaz, absolutamente escritural y profundamente equilibrado a la hora de abordar cuidadosamente la manera en que la guerra espiritual afecta en las relaciones en nuestra vida. Lo mejor de todo, ¡es práctico! Este libro marcará la diferencia para usted y su cónyuge a medida que debatan y actúen sobre las sugerencias y directivas sumamente útiles de Tim.”

—Roger Hershey, orador de Cru, consultor de ministerios, autor de The Finishers [Los finalizadores]

“Por más intimidante que pueda parecer el asunto de la guerra espiritual en el matrimonio, el enfoque de Muehlhoff no resulta para nada amenazador y logra avanzar sobre este problema verdaderamente significativo, que ha sido descuidado durante mucho tiempo. Sin importar la condición actual de su matrimonio, ya sean próspero, monótono o problemático, cada cristiano se beneficiará con la lectura de este libro.”

—Douglas S. Huffman, profesor y decano asociado de estudios bíblicos y teológicos en Talbot School of Theology, Biola University

“Este es un libro que necesitamos desesperadamente ya que aborda un tema que se suele pasar por alto. Defienda su matrimonio es un recordatorio aleccionador de un peligro invisible pero muy real para cada matrimonio cristiano: el ataque espiritual. Cuando no nos protegemos de esta amenaza, dejamos la puerta abierta a fuerzas que pueden erosionar nuestro amor, debilitar nuestro compromiso e incluso destruir nuestro matrimonio. Le agradezco al doctor Muehlhoff por identificar a nuestro enemigo oculto y brindarnos un plan para lograr una defensa fuerte, y por hacerlo con un estilo tan entretenido y atractivo.”

—Tim Downs y Joy Downs, autores de Fight Fair! [Pelea justa]

“Una vez que una pareja se niega a conformarse con una relación de quinta categoría y decide conformar un matrimonio centrado en Cristo, para aprender a mirar, vivir y amar como nuestro Señor, los ataques del adversario pueden ser abrumadores. Tim nos ofrece un manual relevante, único y basado en la Biblia, no solo para proteger nuestro matrimonio, sino también para profundizar y fortalecer nuestra relación de amor con Dios y entre nosotros con nuestra pareja. Este recurso práctico y muy esperado lo ayudará a convertirse en “más que vencedor” y a experimentar la calidad de matrimonio que Dios ha diseñado para quienes lo aman. Es un libro que leerá más de una vez.”

—Gary J. Oliver, director ejecutivo de Center for Healthy Relationships, profesor de psicología y teología práctica en John Brown University

“Conozco a Tim desde hace treinta y seis años, y tengo el privilegio de llamarlo mi amigo. Como pastor, no hay nadie en quien confiaría más sobre los temas desarrollados en este libro. Defienda su matrimonio es un excelente material, escrito por un hombre aún mejor.”

—William Radford, pastor principal de Bedford Presbyterian Church, Bedford, Nueva Escocia

“Estoy muy agradecido de que el doctor Muehlhoff haya abordado este tema sumamente importante. Defienda su matrimonio proporciona verdades profundas, ejemplos personales atractivos y perspectivas útiles en un área que muy pocos autores tienen la autoridad para abordar. Este libro establecerá un estándar para otros que sigan este tema, ya que les brinda a las parejas recursos increíbles para ayudarlas a defender su matrimonio.”

—Chris Grace y Alisa Grace, fundadores de Center for Marriage and Relationships de Biola University

“¡Esta es una lectura obligada para los terapeutas de matrimonios cristianos! Llena un vacío importante en nuestra capacitación al proporcionar herramientas prácticas para que el terapeuta reconozca, identifique y responda frente a la guerra espiritual en los matrimonios. Como terapeuta matrimonial, a menudo busco formas de ayudar a las parejas que parecen no responder a las intervenciones matrimoniales tradicionales. Este libro ofrece una nueva intervención: abordar la guerra espiritual para ayudar en el proceso de sanidad de las parejas. Estoy emocionado de contar ahora con un mapa detallado sobre cómo abordar la guerra espiritual en el matrimonio más allá de nombrarla solamente.”

—Jana Anderson, terapeuta de parejas certificada por el método Gottman

“Mi esposa, Karen, y yo creemos desde hace mucho tiempo que Tim tiene un don único para presentar la palabra de Dios con respecto al matrimonio de una manera fresca y atractiva. Que su enseñanza sobre este tema crítico, pero rara vez abordado, alcance y bendiga a muchos.”

—Jeffery Justice, médico cirujano certificado

Defienda su matrimonio ofrece un análisis muy necesario de una influencia que a menudo se pasa por alto en el matrimonio: la opresión espiritual. Tim Muehlhoff nos recuerda la importancia de tomar en serio el matrimonio y la espiritualidad, invitándonos a mirar más allá de nosotros mismos; a observar la sabiduría y la perspicacia de las Escrituras. Este libro sirve como un recurso para parejas y comunidades por igual, un llamado a servir intencionalmente a Dios, a los demás y a nuestros vecinos. Una invitación a participar de la realidad, creyendo en el poder de Dios, la oración y la comunidad, convirtiéndonos en lumbreras de esperanza y guía en el proceso.”

—Robert Fisher, director ejecutivo, Center for Individual and Family Therapy

Defienda su matrimonio expone las tácticas de Satanás al mismo tiempo que nos lleva de vuelta a nuestro Señor; a experimentar su amor, perdón y poder. A medida que extendemos esto mismo a nuestro cónyuge, fortalecemos nuestro matrimonio. Imaginamos el impacto que esto tendrá no solo en la salud de nuestra propia relación matrimonial, sino también en nuestras comunidades, ya que otros pueden disfrutar de los beneficios del reino de Dios en la tierra que se vive en una familia. ¡Estamos ansiosos por reunir a algunos amigos para debatir y practicar los conceptos de este libro!”

—Chris Zaugg y Susan Zaugg, ex director de Digital Strategies para Cru de los Estados Unidos

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LA VERDAD ACERCA DE
LA BATALLA ESPIRITUAL

TIM MUEHLHOFF

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Defienda su matrimonio

©2019 por Tim Muehlhoff

Publicado por Editorial Patmos,

Miami, FL. 33169

Todos los derechos reservados.

Publicado originalmente en inglés por InterVarsity Press InterVarsity Press P.O. Box 1400, Downers Grove, IL 60515-1426 ivpress.com, con el título Defending Your Marriage © 2018 Tomothy M. Muehlhoff

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se toman de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Los textos bíblicos marcados con «NVI» han sido tomados de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® ©1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

Reservados todos los derechos en todo el mundo..

Traducido por Heidi van Zandweghe

Diseño por Adrián Romano

eISBN: 978-1-58802-999-7

Categoría: Vida Cristiana

Impreso en Brasil | Printed in Brazil

A Noreen, Michael, Jason y Jeremy.

¡No hay nadie más con quien preferiría
estar en batalla que con ustedes!

CONTENIDO

Prólogo por Clinton E. Arnold

Introducción
Cuando su matrimonio es un blanco

1El primer paso Comprender a nuestro adversario

2¿Por qué le interesa mi matrimonio a Satanás?

3¿Cómo me doy cuenta si estoy atravezando una lucha espiritual?

4La serpiente fue astuta Comprendiendo las tácticas de Satanás

5El contrataque en pareja Hagamos uso de nuestra protección espiritual

6Nuestra mayor defensa: La oración Reactivemos la protección espiritual

7La perspectiva del diablo El punto de vista de C. S. Lewis

Conclusión

Reconocimientos

Notas

PRÓLOGO

CLINTON E. ARNOLD

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El pasaje más extenso que hace referencia al matrimonio en las Escrituras (Ef 5) antecede al pasaje más extenso sobre la guerra espiritual (Ef 6). ¿Es coincidencia? Difícilmente.

En el diseño de Dios, un buen matrimonio representa el amor y la intimidad que caracterizan la relación entre Dios y su pueblo, la iglesia. Y aunque Jesús nos aseguró que las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia, Satanás intenta derribarla constantemente. Así también sucede con el matrimonio.

Como lo describe Tim Muehlhoff en la introducción a este libro: “su matrimonio es un blanco”. Es un blanco porque representa una muestra del cielo: Dios en una conexión íntima con su pueblo. Satanás desea interrumpir y oponerse a cualquier cosa que atraiga a las personas hacia la comunidad afectuosa y cariñosa en la que Dios está trabajando para establecer en la tierra. Cuando Satanás socava a los matrimonios y crea distancia entre los cónyuges, destruye de manera efectiva la esperanza en la relación trascendente hacia la cual apuntan los matrimonios.

Muchas personas, lo admitan abiertamente o no, piensan que hablar de espíritus demoníacos y de guerra espiritual es equivalente a vivir al borde de la locura del cristianismo. Admiten que se encuentra detallado en la Biblia, pero es mejor dejarlo para los tiempos bíblicos. Si una pareja tiene dificultades en su matrimonio, necesita la sabiduría y la ayuda que proviene de un consejero matrimonial experimentado, no de un tipo de ritual de liberación de demonios. De hecho, algunos se preocupan de que involucrar a los demonios en el tema, en verdad podría desviar el enfoque de lo que una pareja realmente necesita hacer para alcanzar un matrimonio saludable. Sin embargo, si la Biblia está en lo cierto con respecto a este tema, y el reino demoníaco está realmente interesado en dañar a los matrimonios, ¿cómo podemos permitirnos ignorarlo?

Imagine por un momento que acudo al doctor con un terrible dolor de garganta causado por una infección bacteriana. El doctor me receta descansar, hacer gárgaras con agua tibia y sal y tomar ibuprofeno cada seis horas. Cuando siga estas pautas, sin duda sentiré algo de alivio, pero el doctor no trató la raíz del problema. Necesito antibióticos para combatir la infección.

Si su matrimonio se encuentra atrapado en un círculo de interacciones cada vez más dañinas, ¿se ha detenido a considerar que quizás no está tratando la raíz del problema? Puede ser que se encuentre lidiando con dinámicas espirituales que requieran intervención espiritual.

Aquí es donde entra en juego el libro de Tim. La sabiduría impartida en este volumen lo ayudará a discernir lo que está sucediendo en su matrimonio y le brindará herramientas fundamentales para trabajar sobre una gran variedad de problemas cuyas raíces son espirituales.

En nuestra cultura, hemos sido socializados y educados para ignorar lo espiritual y considerar lo demoníaco como una fantasía. Sin embargo, esta no es la perspectiva bíblica. No es el consejo de Jesús, de Pablo o de los apóstoles. Ellos tomaban en serio este reino y buscaban incorporar una visión de la guerra espiritual en cada aspecto de la vida diaria. Tim le mostrará de qué manera es relevante esa perspectiva para su propio matrimonio.

Introducción

CUANDO SU MATRIMONIO ES UN BLANCO

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“Tiene fiebre.

Increíble, pensé mientras escuchaba el mensaje de voz que me había dejado mi esposa. La noche anterior nuestro hijo del medio se sentía un poco afiebrado y esperábamos que no fuese nada. No tuvimos tanta suerte.

“¿Podrías pasar por la farmacia de regreso a casa?”

Se podía escuchar la frustración en su voz. Su irritabilidad fue provocada no solo por un problema de salud inesperado, sino también por el hecho de que todavía me encontraba en la oficina, a pesar de que aún debíamos preparar las valijas. Por la mañana, mi esposa y yo viajaríamos para hablar en una conferencia acerca del matrimonio. El vuelo salía temprano y todo lo que podía salir mal estaba sucediendo: un hijo enfermo, la cancelación a último momento de una niñera de confianza y un trabajo con fecha límite que todavía debía terminar en la oficina. La típica frase de que en vacaciones algunos quieren llevarse todo salvo el fregadero de la cocina no parecía tan graciosa cuando descubrimos más tarde esa misma noche que la canilla de la cocina perdía otra vez. Hubo gran tensión entre nosotros en el trayecto que recorrimos en auto hacia el aeropuerto en silencio.

Luego de acomodarnos en la habitación del hotel, nos dirigimos al salón donde se llevaría a cabo la conferencia sobre matrimonios para realizar una prueba de sonido. Notamos que los voluntarios de la conferencia caminaban entre las filas y se detenían en cada silla vacía.

“¿Qué están haciendo?”, le pregunté al coordinador de la conferencia.

“Están orando contra las fuerzas espirituales”, respondió.

Su respuesta me sorprendió. Luego de años de haber organizado conferencias sobre matrimonios cristianos, fue la primera vez que el organizador se tomaba tan en serio la realidad de la oposición espiritual. Nos explicó que las parejas que ocuparían esas sillas realmente habían atravesado muchos obstáculos: enfermedades, demoras en los viajes, pérdida del equipaje en tránsito, presiones financieras inesperadas y tensiones matrimoniales, son todas situaciones que están a la orden del día.

“¿Realmente creemos que es una coincidencia?”, dijo riéndose.

“Satanás haría cualquier cosa con tal de que no trabajemos en nuestro matrimonio. Después de todo, un matrimonio cristiano debe reflejar el amor de Dios. Seríamos ingenuos si pensamos que Satanás no nos tiene en la mira.”

Cuando caminábamos de vuelta a la habitación del hotel me invadieron los pensamientos. ¿Es realmente posible que Satanás ataque a las personas que asisten a esta conferencia? ¿Podría ser que el hecho de extraviar el equipaje o experimentar desacuerdos matrimoniales no sea algo tan inocente como parece? Y, si Satanás ataca a las personas que asisten a una conferencia, entonces decididamente atacaría a las personas que predicarán en una conferencia, ¿cierto? ¿Podía ser que la fiebre de mi hijo, la pérdida en la tubería de la cocina y la tensión entre mi esposa y yo fuesen un intento de Satanás de desanimarnos? ¿Cómo puedo saber si es solamente una tubería averiada o algo mucho más amenazador? ¿Satanás no tiene mejores cosas que hacer que atacarnos a mi esposa y a mí? Estaba determinado a encontrar respuestas.

Cuando Defienda su matrimonio contempla estas ideas preocupantes, explora tres preguntas específicas. Primero, ¿por qué no pensé de la misma forma que el organizador de la conferencia con respecto a la batalla espiritual? Para ser honesto, la batalla espiritual simplemente no se encuentra en mi radar. ¿Acaso yo, un profesor con un doctorado, estoy avergonzado por la posibilidad de encontrarme bajo opresión espiritual? Como un seguidor de Cristo moderno, ¿puede que también a usted lo avergüence? Me pregunto qué pensaría Jesús o el apóstol Pablo acerca de nuestro escepticismo. En segundo lugar, ¿cuál es el propósito de un matrimonio cristiano? Si los matrimonios cristianos deben ser metáforas vivas del amor auto sacrificial de Dios (Ef 5), tal como Pablo lo sugiere en su carta a los creyentes de Éfeso, ¿entonces no sería prudente esperar y prepararse para la batalla espiritual (Ef 6)? Por último, si somos conscientes de la oposición espiritual, ¿cómo podemos mantener el equilibrio? ¿Cómo podemos darnos cuenta si una discusión es sólo una diferencia de opiniones entre los cónyuges o si es algo más? Y si ese algo más resulta que fue influenciado por los demonios, ¿cómo lo sabremos y qué podemos hacer al respecto?

Pensar de forma bíblica implica ver el mundo a través de los ojos de las Escrituras. La mayoría de los cristianos intentan ordenar sus vidas diarias para que se ajusten a las perspectivas proporcionadas por los escritores bíblicos. Sabemos que Dios existe, entonces oramos. Aceptamos que la muerte no es el hecho final, entonces vivimos a la luz de la eternidad. Sabemos que el amor de Dios es para todos, entonces buscamos maneras de compartir el mensaje de Dios con los demás. Aceptamos las Escrituras como la forma en que Dios se comunica con nosotros, entonces la leemos regularmente. Sin embargo, ¿qué ocurre con la realidad de Satanás? “Acerca de este tema”, sugiere el erudito en el Nuevo Testamento Clint Arnold, “algunos de nosotros sufrimos de una doble mentalidad. Aunque mentalmente aceptamos la probabilidad de que existan espíritus malignos, tal como lo afirmad la Biblia, en la realidad no produce ninguna diferencia práctica en la forma en que vivimos nuestra vida cotidiana.”1

¿Cómo serían nuestros matrimonios si buscáramos regularmente formas productivas de abordar el conflicto, recuperáramos nuestras agendas agitadas, estableciéramos noches de citas, administráramos mejor nuestras finanzas, procuráramos inculcar valores bíblicos en nuestros hijos, fuéramos testigos cristianos frente a nuestros vecinos y aceptáramos la realidad de que realizamos todas estas cosas al mismo tiempo que vivimos en una zona que se encuentra en guerra espiritual? “La Biblia no sólo enseña que los espíritus malignos existen, sino que también son activamente hostiles contra todos los cristianos; sus instigaciones perversas afectan negativamente nuestra vida diaria y las vidas de aquellas personas que nos rodean,” concluye Arnold.2

¿CÓMO LO AYUDARÁ ESTE LIBRO?

Defienda su matrimonio aborda el tema de la opresión espiritual de una forma equilibrada y bíblica. Las siguientes características hacen que el libro sea útil y fácil de aplicar:

1.Cada capítulo les presenta a los lectores lo que Jesús y los autores bíblicos tenían que decir acerca de Satanás y de las fuerzas espirituales que operan hoy en día. Jesús no solamente habló de forma abstracta acerca de la realidad del diablo; Satanás en persona lo tentó durante cuarenta días en el desierto, afuera de Jerusalén.

2.Defienda su matrimonio ayuda a los lectores a comprender porqué sus matrimonios pueden atraer la oposición espiritual. Cuando comprendan el diseño de Dios para el matrimonio, los lectores entenderán mejor qué es lo que afecta a Satanás y lo que quiere atacar.

3.Se les presenta a las parejas criterios prácticos que pueden utilizarse para detectar si se encuentra oprimido espiritualmente. ¿Cuáles son los indicadores más comunes de que Satanás puede estar tratando de descarrilar su matrimonio?

4.Defienda su matrimonio no es solamente un libro acerca de Satanás. En cambio, explica cómo proteger nuestros matrimonios mediante el uso de herramientas bíblicas, tales como la oración, la meditación en la Palabra de Dios y la mobilización de los creyentes.

5.Por el libro se encuentran intercaladas breves entrevistas con pensadores cristianos que han transitado un largo camino con Dios. Una de las más grandes bendiciones de enseñar en una universidad cristiana es codearse con personas de distintos campos de estudio que pueden ofrecer percepciones profundas sobre la guerra espiritual.

ENCONTRAR EL BALANCE CORRECTO

Cuando reflexionaba sobre sus propios escritos, C. S. Lewis generalmente comentaba que su trabajo más importante fue la investigación acerca de la forma en que los demonios interactúan con las personas. Mientras estudiaba este tema abandonado, se convenció de que muchos de nosotros caemos en dos errores cuando se trata del diablo. Un error evidente es no creer en la existencia de Satanás y los demonios. La Biblia sencillamente habla demasiado de su existencia como para ignorarlos. Tomar la Biblia en serio conlleva abrirnos a la realidad de la oposición espiritual en todos los aspectos de nuestra búsqueda de Cristo, incluso en nuestros matrimonios. Sin embargo, una actitud igual de equivocada es “sentir un interés excesivo y enfermizo” por el reino demoníaco.3 Lewis concluye irónicamente que el diablo y sus secuaces se complacen de igual manera con ambas reacciones.

Como seguidores de Cristo que buscan tener matrimonios prósperos debemos resistir la intención de atribuirle cada desacuerdo matrimonial al obrar demoníaco, y de la misma manera resistirnos a ignorar una realidad espiritual adoptada por Jesús y por los escritores del Nuevo Testamento. Después de todo, la razón por la cual nos enfocamos en las “maquinaciones” del diablo (2 Co 2:11) es para comprender mejor la forma en que pueden alterar nuestras estrategias para cultivar un matrimonio que honre a Dios. Al recordar y contrarrestar esta amenaza olvidada, no solo allanamos el camino para una intimidad con nuestro cónyuge, sino que también nos acercamos a nuestro mayor protector: Dios mismo.

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EL PRIMER PASO

COMPRENDER A NUESTRO ADVERSARIO

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“Amo a mi esposo, pero no puedo deshacerme de estos pensamientos.

Sandy se sentó delante mío mientras sostenía la mano de su esposo y evitaba el contacto visual. Explicó que, luego de quince años de matrimonio y de criar a sus dos hijos, decidió tomarse en serio su fe. Comenzaron a asistir juntos a la iglesia e incluso en ocasiones hacían devocionales familiares.

“De repente, de la nada, comencé a tener estos extraños pensamientos de que quizás no deberíamos habernos casado.”

Apretó la mano de su esposo, consciente del dolor que causaban aquellas palabras. Con el tiempo, la consumía darse cuenta de que no lo había consultado con Dios cuando su esposo le propuso matrimonio.

“¿Y si Dios tenía a alguien más pensado para mí? ¿Y si tenía un plan completamente distinto para mi vida? No puedo dejar de preguntarme todos los y sí… es como un círculo sin fin en mi mente.”

Repasamos juntos la lista tradicional: reunirse con el pastor, consejería matrimonial, orar por la paz de Dios, memorizar las Escrituras, y demás. Ella confirmó que habían hecho todo eso, y, sin embargo, los pensamientos seguían apareciendo.

“¿Estoy loca?,” preguntó alzando la mirada.

“No,” le respondí. “Creo que estás atravesando un ataque espiritual.”

Que yo recuerde, esa fue la primera vez que sugerí esa posibilidad. Luego de treinta años de aconsejar a parejas y de hablar en conferencias sobre el matrimonio, no sería la última vez. Todas las parejas experimentamos los altibajos normales del matrimonio: discutimos y nos arreglamos; apreciamos las fortalezas de nuestro cónyuge, incluso cuando esas mismas fortalezas a veces nos molestan demasiado; nos cuesta perdonar, pero en general lo logramos. Sin embargo, después de escuchar a las parejas (y en base a mi propia experiencia) existen momentos en que sucede algo más. Momentos del matrimonio en los cuales los pensamientos negativos o el enojo simplemente no se van. Al igual que la mujer al comienzo del capítulo, nos estancamos en un círculo sin fin.

Si esa es la experiencia que usted está teniendo, ¿cuál es el siguiente paso?

Los escritores del Nuevo Testamento defienden que el primer paso no tiene que ver con aprender un conjunto de técnicas de guerra espiritual, sino de reunir información. El apóstol Pablo les advierte a los jóvenes creyentes de Corinto que para evitar ser engañados por Satanás es fundamental que seamos conscientes de “sus maquinaciones” (2 Co 2:11). Los líderes de la iglesia primitiva comprendieron que seguir a Jesús implicaba la necesidad de prestarle atención a lo demoníaco. El autor cristiano Kenneth Boa afirmó que “cerca del veinticinco porciento del ministerio de Jesús, de la forma en que lo registran los evangelios, incluyó la liberación de aflicciones demoníacas.” Entonces llegó a una conclusión estremecedora: “Las fuerzas del maligno no desaparecieron cuando Jesús dejó la tierra.”4 Si Jesús dedicó tanto tiempo al reino demoníaco y todavía existe en la actualidad, entonces, ¿por qué existen segmentos significativos de la iglesia moderna que son tan reacios a abordarlo?

Lejos de aprender acerca de la oposición que enfrentamos, muchos dentro de la iglesia occidental simplemente ignoran la realidad de Satanás. Esta aversión a la oposición espiritual no es compartida por nuestros hermanos y hermanas dentro de la comunidad global. Cuando dediqué un verano de servicio en Nairobi, Kenya, para asistir en las iglesias locales, me sorprendió la forma en que los líderes locales oraban por nosotros. Antes de marcharnos, un líder oraba para que Dios nos protegiera contra las fuerzas malignas empecinadas en arruinar nuestros esfuerzos.5 ¿Por qué hay tantas personas dentro de la iglesia occidental tan cautelosas a la hora de hacer lo mismo?

IGNORAR A SATANÁS

Hoy en día, muchos dudan de enfocarse en Satanás por varias razones. Primero, uno de los estereotipos más persistentes (y frustrantes) de los cristianos occidentales es que somos anti intelectuales. El temor de muchos cristianos hoy en día es que el hecho de tomar en serio a Satanás solo expondrá la realidad de que estamos pausando nuestra mente para aceptar lo demoníaco. Considere los siguientes comentarios de algunos escritores religiosos liberales. “Es imposible utilizar la energía eléctrica y la red inalámbrica, servirnos de los descubrimientos médicos y quirúrgicos modernos, y al mismo tiempo creer en el mundo de los espíritus y milagros del Nuevo Testamento.”6 Creer en un Satanás y en los demonios de forma literal está “pasado de moda” y “tira por la borda toda credibilidad en la teología.”7 “Si creemos en los demonios, también podríamos aferrarnos a la idea de una tierra plana.”8 Aquellos que estamos en el mundo académico somos particularmente sensibles a esta salvedad. ¿Qué pensarán los profesores y los eruditos no cristianos cuando descubran que me tomo muy en serio el asunto de la guerra espiritual? Ya puedo imaginarme los comentarios sarcásticos y las conversaciones incómodas. De manera similar, ¿qué reacciones obtendría de sus vecinos y sus colegas de trabajo si usted les compartiera lo que sabe acerca de Satanás?

En segundo lugar, en nuestro deseo de ser relevantes, evitamos proclamar que creemos en los demonios. Cuando casualmente le mencioné a un amigo cristiano que estaba escribiendo un libro acerca de la batalla espiritual para compartir en conferencias matrimoniales, su rostro mostró una expresión repleta de preocupación. “Pensé que nuestro objetivo era que las personas asistieran a las conferencias cristianas, no alejarlas de ellas. Incluir a Satanás en el plan hará que las personas se sientan incómodas. No estoy seguro de que sea una buena idea.” Al final, cuando nuestro deseo es hacer que las conferencias y las iglesias se transformen en ambientes “agradables para todos” retenemos información bíblica vital que podría proteger a las personas de una forma muy significativa.

En tercer lugar, en una cultura en la cual las personas generalmente evitan las responsabilidades, resistimos la urgencia de caer en la mentalidad que declara “el diablo me hizo hacerlo.” Si aceptamos la posibilidad de que las fuerzas espirituales están exacerbando nuestras luchas espirituales, ¿le estoy otorgando a mi cónyuge una excusa perpetua? “Lo siento, cariño, ¡mi arrebato de ira fue debido a que Satanás sacó lo peor de mí! ¡No es del todo mi culpa!” Es mejor aceptar toda la responsabilidad de nuestras acciones en lugar de darnos el permiso mutuo para utilizar el “pase libre demoníaco para librarnos de la cárcel.” Esta actitud se vio reflejada en un asistente de una conferencia sobre el matrimonio donde apenas sugerí la posible participación de Satanás en las luchas matrimoniales. Este asistente escribió en su evaluación: “¡Creo que se realizó demasiado énfasis en el poder de Satanás! ¡Él no puede estar en todas partes!”

Si somos honestos, la razón principal por la que rechazamos adoptar la posibilidad de lo demoníaco es la vergüenza. Cuando pensamos acerca de la influencia demoníaca nos imaginamos cabezas que giran, levitación, voces guturales que hablan en latín, fanáticos religiosos que practican exorcismos, y nos sentimos tontos al darle crédito a algo de eso. Sin embargo, ¿podemos continuar ignorando este asunto?

Luego de haber vivenciado los horrores del dominio nazi en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, el teólogo alemán Helmut Thielicke se sintió obligado a predicar reiterados sermones acerca de la batalla espiritual. “Año tras año hemos visto una atmósfera cada vez más tóxica que se asentaba en el mundo y percibimos cuán reales y casi tangibles son los espíritus malignos en el aire”, así comenzó sus famosas series. “El poder abrumador de estas experiencias es tan fuerte que simplemente quiebra con todo el aislamiento intelectual que estamos tan dispuestos a interponer para mantener alejados estos poderes malignos.”9

Si bien sería erróneo comparar el estado actual del mundo con las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, ¿usted no tiene la sensación de que actualmente se respira una atmósfera cada vez más tóxica? Cuando miramos las noticias, ¿no nos preocupamos cada vez más de que nuestro mundo, nuestros vecinos y nuestros seres amados sean una especie de blanco, y que los desafíos que enfrentamos no están todos ligados a interacciones humanas? Cuando vemos que otro matrimonio se termina o que una familia se destruye, ¿estamos finalmente dispuestos a admitir que está ocurriendo algo más? De acuerdo con el ejemplo de Thielicke, quizás sea tiempo de romper con nuestro aislamiento cultural e intelectual. ¿Cómo sería si tomáramos el tema de la batalla espiritual con la misma seriedad que tomamos a Jesús y a las Escrituras? Para comenzar, consideremos a Satanás desde el punto de vista de las Escrituras, y no de la cultura popular.

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INVESTIGUEMOS CON MAYOR PROFUNDIDAD

La forma en que Satanás ha sido representado a través de los siglos ha dado un giro interesante. Las primeras imágenes de Satanás de la década de 1500 lo proyectaban como un personaje monstruoso, con cuernos y pezuñas. Lentamente, Satanás comenzó a adquirir cualidades humanas, tal como en una pintura de 1978, El Diablo como sastre, en la cual se lo representa como un hombre ordinario que realiza costuras de uniformes de la SS alemana durante la Segunda Guerra Mundial. En la serie de televisión de 2015, Lucifer, le otorga un cambio de imagen completo haciéndolo ver como un hombre de negocios bien vestido y apuesto de Los Ángeles, que posee una sorprendente debilidad por ayudar a los demás. ¿Dicha transición de una bestia con cuernos a un hombre de negocios compasivo ha contribuido a una reducción gradual de nuestras defensas con respecto a su amenaza demoníaca?

UN PUNTO DE VISTA BÍBLICO DE SATANÁS

La razón por la cual tomamos seriamente la guerra espiritual no es debido a que hemos tenido experiencias personales con demonios, porque conozcamos amigos que hayan experimentado historias escalofriantes o porque hayamos visto videos de exorcismos aparentemente creíbles a través de YouTube. “El principal testigo de la realidad y de la existencia de Satanás no es la experiencia o alguna historia sensacional,” describió el teólogo Paul Enns, “sino el testimonio de las Escrituras.”10 Adoptar la Biblia como un libro inspirado por Dios que nos ayuda a ver el mundo como es en realidad, implica que desarrollemos una firme creencia en el reino espiritual. Esto incluye no solo creer que el diablo existe, sino que está personificado en Satanás. Cada escritor del Nuevo Testamento hizo referencia a Satanás, y Jesús lo mencionó específicamente veinticinco veces.11 Sin embargo, ¿quién es este misterioso personaje?

El nombre Satanás proviene de una palabra hebrea que significa adversario.12 Por lo tanto, Satanás esencialmente se opone a Dios y a sus planes. Sin embargo, ¿cómo un ser angelical descripto como “lleno de sabiduría y acabado en hermosura” (Ez 28:12) se convirtió en el adversario de Dios? ¿Qué lo condujo a tal rebelión? Dos autores del Antiguo Testamento nos dejan entrever qué fue lo que puso a Satanás en ese camino traicionero.

Los profetas del Antiguo Testamento Ezequiel e Isaías nos otorgaron información clave acerca de esta rebelión cósmica cuando primero criticaron a un líder humano que se corrompió y luego continuaron con la descripción de Satanás.13